Joven, varón y con estudios universitarios, es el perfil del emprendedor español según el estudio elaborado por la Fundación José Manuel Entrecanales (FJME). Los datos coinciden con los del último informe GEM España, el observatorio internacional que proporciona datos relativos a la tasa de actividad emprendedora.
También coinciden en la relación directa que existe entre la formación académica y la tasa de actividad emprendedora (TAE): a mayor formación, mayor TAE. Según el informe GEM, aproximadamente el 38% de los emprendedores españoles tiene estudios de diplomatura o educación superior, el 21% ha recibido formación profesional, y el 37% tiene estudios primarios o secundarios.
Aunque la edad se mantiene (en torno a los 38 años) y los emprendedores varones acaparan la creación de entre el 40 y el 60% de las nuevas empresas, el número de mujeres emprendedoras ha crecido más; igual que los mayores de 50 años y los menores de 30.
La alternativa
Con una tasa de paro juvenil cercana al 40%, el autoempleo a través de un negocio propio se está convirtiendo en una alternativa cada vez mayor para los jóvenes españoles. Pero sigue sin ser fácil en nuestro país, hasta el punto de que muchos proyectos españoles apuestan por lanzar sus start ups en ciudades como Londres, Berlín o Nueva York, "que no son tradicionalmente centros tecnológicos", pero que "cuentan con un ecosistema emprendedor muy rico", apunta Andrés Areitio, CEO y cofundador de Buyfreco.com, un servicio de suscripción online que envía semanalmente a domicilio cinco recetas sanas diseñadas por un chef y un nutricionista, y todos los ingredientes necesarios para prepararlas.
Mientras las ciudades ya están compitiendo por atraer talento emprendedor que genere empleo y riqueza, en España se siguen encontrando trabas. "Si no las tiene, quizá signifique que llega tarde a la oportunidad que persigue", puntualiza Areitio. Hay tres aspectos fundamentales por mejorar en nuestro país: incrementar la cantidad de capital entrenado y dispuesto a invertir en fases de riesgo, crear un marco legislativo adecuado para las start ups y fomentar la cultura emprendedora.La mayor dificultad está "en lanzar un proyecto muy intensivo en capital tecnológico -destaca Areitio-". Casos como el de Amazon o LinkedIn, que estuvieron 6-7 años invirtiendo en un producto tecnológico sin poner el acento en vender, son impensables en España". Sin embargo, captar financiación "para replicar un modelo de negocio que funciona en otros países y que no requiere un desarrollo tecnológico fuerte es mucho más realista en nuestro país".
En este contexto, la Fundación Cotec y la consultora Deloitte acaban de presentar un proyecto para impulsar el espíritu emprendedor de los jóvenes a través de las redes sociales. La idea es que sirva de vehículo para que los jóvenes innovadores compartan sus experiencias de éxito, sus recursos para superar las trabas y buscar financiación, el principal reto del emprendedor.
Para el cofundador de Buyfresco, "los bancos financian negocios maduros". Para financiar las start ups es importante "entrar en el circuito emprendedor español de foros e incubadoras y conocerlo bien". O acceder a los "familiy offices que puedan estar interesados en empresas de base tecnológica". Aunque en la práctica, nada mejor para convencer a un inversor como "mostrarle tus ventas durante los últimos 3-6 meses". El reto es cómo llegar hasta ese punto sin financiación.
De las 1.609 propuestas recibidas en la FJME en sus tres años de actividad, casi el 42% han sido de empresas relacionadas con tecnologías de la información y la comunicación (TIC), un 10% empresas de salud y algo más del 5 por ciento de proyectos de biotecnología. Respecto a la procedencia, el 70% de los proyectos recibidos son de empresas catalanas, una tendencia que se repite según el informe Venture Capital en España 2011.
